La abolición del sexo en el aparato judicial y legislativo argentino
La ideología de género niega la realidad del sexo biológico. Se logra forzando el lenguaje, alrededor de falsedades, en pos de expandir mercados. El capitalismo funciona a través de la creación de nuevas necesidades o valores que antes no existían. Es la invención de “identidades sexuales sintéticas'' como Jennifer Bilek lo desarrolla 👉 aquí.
Esta ideología de origen estadounidense aplica la ingeniería social para manipular a las personas a través de técnicas psicológicas y habilidades sociales. Como un manual de instrucciones adaptado de manera casi idéntica en todo el mundo, se aprovecha de las siguientes estrategias:
ganar juicios que dicten sentencias a favor del cambio de sexo;
dinamitar a los grupos feministas, de gays y lesbianas a favor del tr4nsgenerismo --esta es de lejos, la más exitosa en todos los países;
sancionar legislaciones provinciales o regionales;
impulsar legislación para el matrimonio igualitario; y/o entre sus puntos, se incluye el cambio de sexo de uno de la pareja; o en orden inverso, como en el caso de Chile;
infiltrar la ideología en los medios de comunicación y de entretenimiento, las universidades, escuelas y transformar a sus instituciones y al sistema de salud en sucursales de la industria de género, etc.
aprobar leyes de acceso irrestricto a la autoidentificación, sin discusión o logrando su tramitación por procedimiento de urgencia para minimizar el debate público, etc. -- como están intentando en España: https://theobjective.com/espana/2022-09-18/lobby-trans-gobierno-ley/
En Argentina se avanzó en el campo sanitario como se puede leer 👉 aquí, además de las coberturas en los medios de difusión más populares de las historias de la madre del mellizo Luana 👉aquí , o con el señor Flor de la V como se verá más adelante, con el objetivo de lograr la aceptación social con una clara manipulación del sentido común.
En armonía con estas áreas, el campo judicial y legal también funcionan en la misma dirección. A través de los fallos en el campo judicial y la presentación de proyectos de ley hasta lograr la sanción de la ley nacional, se allanó el camino para la consagración de la abolición del sexo.
LOS FALLOS JUDICIALES
Hasta la ley de 2012, los vacíos legales se salvaban usando las categorías diagnósticas del Trastorno de la identidad de género y Transexualismo. Sheila Jeffreys explica los cambios en este último diagnóstico:
“Antes de los 90, el término usado para referirse a alguien que quería cambiar su «sexo» era transexual. En los 90, el término transgénero fue comúnmente adoptado para referirse a esas personas que no querían ir tan lejos como para operarse para eliminar sus características sexuales secundarias, pero querían cambiar su «género», lo que generalmente se entendía por señales de apariencia como la ropa. Para finales de los 90, el término transexualismo fue cayendo en desgracia y el término transgenerismo fue adoptado en la academia y en los servicios de ayuda social para referirse a quienes previamente habrían sido consideradas/os transexuales, a una nueva categoría que deseaba cambiar de «género» sin cirugía, e incluso a varones gays afeminados y travestis.” en El género daña.
Inicialmente, para poder cambiar el sexo legal y el nombre, los burócratas los trataron como excepciones, para acomodarlos en la sociedad con un grado variable de competencia y compasión. Eran casos aislados como uno en 1989, pero el volumen de fallos aumenta desde 1997 hasta el año 2010, al autorizarse para los casos en que la cirugía de reasignación genital hubiera sido realizada previamente o bien se expresara la voluntad y compromiso de realizarla. Las pruebas determinantes para una decisión judicial favorable eran los informes de pericias médicas y psiquiátricas. También se requería la prueba del propio relato de vida.
El señor Flor de la V creó un antecedente valiosísimo con el apoyo y la asesoría de la Federación Argentina LGBT en 2011. Sentó jurisprudencia con su sola declaración de voluntad, absteniéndose de solicitar pericias médicas o psiquiátricas. Se inauguró la llamada doctrina Florencia Trinidad que no recurre a diagnósticos ni cirugías, o la promesa de cambios corporales en el futuro. Solo se establecieron como condiciones de posibilidad, dar cuenta de una vivencia estable y persistente dentro del sexo reclamado.
Además en Santa Fe, en 2011 se publicó el “Decreto Ironici” impulsado por el activista Alejandra Ironici. Fue inédito en un doble sentido: estableció un mecanismo administrativo para el reconocimiento legal de la identidad de género y se avanzó hacia una comprensión de la identidad de género no ya sólo como un "derecho personalísimo" sino como una cuestión pública de acceso a la justicia de estas personas.
Esta impecable estrategia de lograr varios fallos durante el año 2011 impulsó el tratamiento legislativo de los proyectos de Identidad de género en el congreso. ¿Si podían cambiar su sexo en los registros, sin ningún diagnóstico profesional, ni medicinas ni cirugías, por qué directamente no convertirlo en ley y así en un trámite administrativo?
PROYECTOS DE LEY
El primer proyecto fue presentado en 1995. Pero hacia 2000 en adelante los proyectos fueron del FREPASO, de Alfredo Bravo; del partido Justicialista de Roberto Saredi; de la socialista María José Libertino y de Silvia Augsburger. El problema para el lobby transgenerista es que todos estos proyectos requerían la acreditación del diagnóstico para el cambio de registro y perdieron su estado parlamentario.
En 2011, luego de la aprobación de la Ley de matrimonio igualitario, organizaciones de varones que querían registrarse como mujer, se abocaron presionar por su ley junto con la ayuda de los grupos de presión.
Consecuente con la política identitaria, el objetivo es sacar de la discusión el corpus científico y la intervención de cualquier profesional. Sus consignas fueron: despatologización, desjudicialización, descriminalización y desestigmatización.
Poco a poco, la aclamada “ampliación de derechos” de estas personas se superponen y entran en colisión con los de las mujeres, dinamitando las conquistas feministas. Se genera cierta confusión pero también el aval de muchas mujeres, así como de la ciudadanía en general. Este proceso de erosión social perdura hasta la actualidad.
Los grupos de presión funcionan mejor con la carencia de debate público. De hecho no existió un debate amplio y plural como, por ejemplo, con la ley por la interrupción del embarazo que por años se discutió en la sociedad argentina. Por el contrario, la presión por la ley de género se instaló por mecanismos de arriba a abajo, desde los lobbies con fondos para gestionar fallos judiciales, captar militantes, financiar sus organizaciones hasta llegar a los políticos que acuerden con su agenda.
EDITORIAL DEL PERIODICO LA NACIÓN (LN)
En su editorial de noviembre de 2011, La Nación señala el peligro de tomar decisiones en base a un grupo de activistas y no considerar con detenimiento las consecuencias deln tipo de ley como la que se intentaba sancionar.
Primero, advierte de los conocimientos básicos de la biología, del caracter binario del sexo:
“Hasta hoy, si un ser humano tenía los atributos morfológicos, genitales externos de la masculinidad, se lo consideraba del sexo masculino, idéntico a otros seres con las mismas características, y lo mismo ocurría con el sexo femenino.”
Además, la editorial llama la atención sobre la falta de debate social sobre una legislación que afecta tan profundamente la vida de las personas:
“No se ve que se haya llevado a cabo un debate profundo, que pasa de computar un dato científico, objetivo, médico, como es la conformación masculina o femenina del sujeto, a la apreciación subjetiva del individuo, lo que el proyecto llama identidad de género "autopercibida". El tema no es menor desde el punto de vista del Estado. Por ejemplo, será difícil identificar un cadáver por su identidad "autopercibida", si es que los órganos no han sido transformados. El documento dirá que es mujer y el cadáver dirá que es hombre. Se pasa de una pauta objetiva a una meramente subjetiva.”
Lo que LN señala terminó en una premonición acertada. En muchas áreas de conocimiento científico, se termina arribando a la misma premisa. Por ejemplo, en el área de la arqueología argumentan que los científicos no pueden saber cómo se identificaba la gente en la antigüedad aunque sus restos indiquen que es varón o mujer. Ver 👉 aquí.
La editorial comprende los alcances de sus contenidos:
“Lo que preocupa es que puede llegar a bastar la mera declaración de la persona o de los padres para sus hijos menores.“
Por la misma redacción de la ley, parece razonable el temor hacia los padres ya sean heterosexuales u homosexuales, sobre la autoridad para modificar el sexo de los hijos:
“Este punto es particularmente grave, pues la sexualidad, desde el punto de vista de las características psicológicas, no se define de inmediato e influyen muchos factores en ella, de donde parece harto peligroso –como señaló un legislador– que los padres tomen tamaña decisión sobre la sexualidad de sus hijos… Peor aún, cabe preguntarse si los matrimonios homosexuales que tengan hijos a través de los distintos mecanismos actuales no tomarán esta decisión con relación a sus niños, a los que perciben como iguales a ellos.”
Este periódico también no deja de prevenir que el estado aprobaría un absurdo jurídico:
“...pero todo hace pensar que en asuntos que hacen al estado de las personas debe haber algún elemento más objetivo que la autopercepción invocada.”... “Parece poco coherente, y sumamente endeble como fundamento, invocar la mera percepción de que se pertenece a un sexo distinto del que presenta el cuerpo del individuo.”
Por último también aclara que la supresión de todo control médico, psicológico o judicial basado en una decisión de mutilación en la mera declaración del individuo es de enorme importancia. Resulta difícilmente aceptable que por ello, no se requiera de estudios y debates cuidadosos de todas las áreas involucradas.
En otras palabras, LN hace un análisis detallado y comprensivo en términos científicos, jurídicos, sociales y políticos del que carecen los políticos, juristas, científicos y líderes sociales que deberían haber protegido a la ciudadanía de esta ley.
LA APROBACIÓN DE LA LEY
Los proyectos presentados provienen del ala peronista, de otros cercanos al peronismo, la izquierda, Coalición Cívica y Unión Cívica Radical. El proyecto con media sanción en diputados se basó en iniciativas presentadas por las diputadas del Frente para la Victoria Diana Conti y Juliana Di Tullio, y la radical Silvana Giudici.
Esta es la línea del tiempo y los avances del proyecto:
El 15 de julio de 2010 se aprueba la ley del Matrimonio igualitario.
El 11 de noviembre de 2010 se presentó el proyecto del Frente Nacional por la Ley de Identidad de Género en la Cámara de Diputados.
El 30 de noviembre de 2011, se logra la media sanción de diputados para la ley con 167 votos a favor contra 17 negativos.
Sus militantes lograron que demandas sean aceptadas: “Propusimos una ley que despatologice y desestigmatice a las personas trans, y hoy 30 de noviembre de 2011, lxs diputadxs de la nación han estado a la altura de las exigencias de la militancia trans argentina.”
El 6 de marzo de 2012 el proyecto de LIG ingresa al Senado
El 13 de abril, el proyecto de Ley de Identidad de Género avanza firme en la Cámara Alta
El 17 de abril se tratará en comisiones la LIG en la semana próxima y hay consenso para su aprobación en la Cámara de Senadores. Hoy se realizó la reunión de exposición frente a lxs asesorxs de lxs senadorxs.
El 7 de mayo se trató la sanción definitiva de la Ley de Identidad de Género, “en un debate veloz” describe el parlamentario.com.
El 10 de mayo en la votación en la Cámara de Senadores el proyecto consiguió un fuerte respaldo transversal de todos los bloques, con 55 votos a favor, ningún voto negativo y una sola abstención.
Aproximadamente en un año y medio lograron una ley aprobada entre bambalinas.
DEBATE EN EL PARLAMENTO
La necesidad de sancionar la ley se basó más en un asunto de derecho de minorías que como un problema de salud pública y/o regulación del acceso a tecnologías médicas de cambio corporal. Estas personas se ubican en el primer puesto de vulnerabilidad: son víctimas indefensas a las cuales tendrían el deber moral de ayudar hasta que logren la plena inclusión social. El activista Mauro Cabral acuerda que la presentación de estas personas como sufrientes, vulnerados, históricamente desatendidos hace que sus demandas sean oídas.
Frente a la preocupación por la irreversibilidad de las cambios corporales, el discurso de las víctimas fue el que primó para ignorarlas y legalizarlas.
Aunque coincide con la defensa de las libertades individuales y repudia todo tipo de discriminación, la única senadora que se abstuvo, de Chubut, Graciela Di Perna sostuvo “considero que, de aprobarse este proyecto de ley tal como ha sido sancionado por la Cámara de Diputados, se van a estar generando más problemas que soluciones para la sociedad argentina”. Asimismo expuso las contradicciones del proyecto: estas personas no serían enfermos, pero los tratamientos se cargan sobre el sistema sanitario, cuando en realidad, es necesario el diagnóstico médico para acceder al financiamiento público. Sus argumentos fueron ignorados y el estado de esta manera se responsabiliza del financiamiento de la industria de género.
En todo caso, dejar de considerar a las personas en condición de transexualidad, es decir despatologizarlas, es más retórico que acción efectiva. No implica poner fin a tratamientos hormonales, implantes mamarios y cirugías genitales. Ya no se trata de supervisar un problema mental, sino eliminar los obstáculos sociales.
La lógica parlamentaria tiene su propio modus operandi. Página/12 retrata lo que fue la aprobación de la Ley de identidad de género. Era la última sesión de diputados y arreglaron el oficialismo y la oposición una extensa cantidad de proyectos con acuerdo mayoritario de los bloques, antes de que se modificara la mitad de las bancas de la cámara baja. Esto tampoco llama la atención: el acuerdo entre las fuerzas políticas de distintos signo político es otro fenómeno similar a otros países del mundo, en Argentina los votos para pasar la ley, son como figuritas que se truecan entre las bancadas.
Finalmente, vale como muestra de la falta de debate social las declaraciones del periodista Jorge Lanata, dos años después, en 2014 sobre el señor Flor de la V. En esa ocasión Infobae justifica la legislación argentina afirmando que representa un espíritu de época y la ampliación de nuevos derechos de las minorías, y así se disparan nuevas conductas y comportamientos sociales de los que no todos están al tanto.
Estos son los argumentos de Lanata.
EDITADO: Estos eran los argumentos de Lanata, pero recientemente ha declarado hacer las pases con el señor Flor de la V, cambió radicalmente sus posturas contra la comunidad tran$ (24 de noviembre de 2022).
**Si aún no lo has hecho, te invitamos a firmar la declaración por los Derechos de las Mujeres, de la Campaña Argentina 👉aquí.