Libertad de expresión y redes sociales
La libertad de expresión es un tema complicado de manejar en la redes sociales. Intentar reflejar la riqueza de un derecho fundamental a través de las plataformas de comunicación del siglo 21 es casi imposible.
En las próximas lineas lanzo ciertas ideas sobre cómo están las cosas ahora mismo.
La nueva plaza del pueblo ahora es mundial.
Desde principios de 2021 he vuelto a interactuar mucho en las redes sociales. Principalmente porque cuando llegó Clubhouse empecé a conversar con desconocidos y surgió un grupo de personas afines con las que poco a poco he ido creando lazos mas estrechos de amistad.
Esto hizo que regresara a otras plataformas como Facebook o Instagram para acabar convenciéndome de que ya era hora de salir de la primera y dejar aparcada del todo la segunda. Sin embargo hubo otras redes en las que sí me quedé, como Twitter, esa plaza del pueblo venida a mas que tiene un alcance mundial. Esa que muchos odian y aman con un fervor único.
Dentro de la red del pájaro azul he visto cómo el discurso de odio se intercalaba en mi timeline con otras conversaciones mucho menos nocivas y mas relajadas. Tras depurar lo que quería que me apareciera en pantalla pude disfrutar de la experiencia más sana que te pueden ofrecer las redes sociales. Algo que con el paso del tiempo había perdido, pero que tenía ganas de recuperar y sobre todo de disfrutar.
Lo que ocurre es que, como en todas las casas, siempre te puedes encontrar con voces que acusan a las redes sociales de ejercer una fuerte censura a la hora de expresar opiniones. Ahí es donde me quiero centrar hoy, en esa jodida sensación (sí, has leído bien, he dicho jodida, porque puedo hacerlo y porque me apetece) de que siempre habrá alguien que venga a ensuciarte el día vertiendo odio a través de comentarios en las redes sociales. ¿Qué consecuencias tienen esos comentarios?. Tienen derecho a publicarlos?. ¿Deben ser esas opiniones eliminadas?. Muchas preguntas a las que es imposible responder sin tomar partido.
¿Cómo se gestiona un jardín global?
Sé que el tema de la libertad de expresión es algo muy sensible, porque siempre hay gente a favor y en contra de cómo se está gestionando esto en las redes. Por lo general todo el mundo tiene una opinión concreta sobre si hay o no censura en las redes sociales.
Lo primero que tenemos que empezar a entender para no atragantarnos con esto es que las redes sociales están administradas y gestionadas por empresas. Empresas que tienen sus normas de uso y que las esgrimen como argumento a la hora de ejercer su derecho a vetar o eliminar contenidos publicados dentro. Esto marca unas lineas claras de lo que podremos o no hacer en cada red social. Y es lógico, porque aunque pueda parecernos que las redes sociales son nuestro patio de recreo, en realidad son lugares privados que nos dejan participar si acatamos las normas que ellos ponen. Así de simple, lo tomas o lo dejas, pero no puedes luchar contra eso. Su casa, sus normas.
Toda empresa necesita de una normativa que marque los límites de lo que esta permitido hacer y lo que no. Y con las redes sociales pasa lo mismo, si no se establecen límites podemos encontrarnos con que la gente diga cualquier barbaridad e incite a hacerlas sin que haya consecuencias al respecto. Así que Sí, las redes sociales tienen límites y lo justos que sean esos límites marca por completo la calidad de nuestra libertad de expresión.
Opiniones en busca de algo mas que un "Like"
Una vez asumido que cada casa tiene sus normas, a partir de ahí es donde las cosas se complican. Porque mucha gente juega al despiste para camuflar unos intereses concretos detrás de una opinión polémica. Esto se usa mucho en política, que suele aprovechar el poder de las redes para polarizar la conversación en busca de algo mas que un simple “me gusta”.
Las ideologías acostumbran a afianzarse en las redes a través de muchos comentarios que reafirman un discurso concreto. Oro puro para quienes buscan generar confrontación con los del otro lado, y crear piña en el propio. Y no quiero que esto se encasille solo en los temas sobre política. Hoy en día es muy fácil encontrarse conversaciones de toda índole (futbol, inmigración, cine, ecología, música, sigo?) que acaban afianzando mucho una opinión y demonizando otras.
Creo que la falta de auto crítica que hay en las redes sociales es un problema que va a más. No digo que individualmente no seamos auto críticos, pero en conjunto, actuamos mucho y pensamos poco. Porque además las redes sociales están diseñadas para actuar impulsivamente. Y esto se traduce en que, por desgracia, mucha gente infringe las normas y publica lo que no debe. Bien porque no han pensado antes de escribir, bien porque no han analizado lo que están publicando. Así que luego llegan los moderadores a aplicar el filtro que mucha gente cataloga de censura.
Entonces. ¿Donde ponemos los límites?
¿Hay por tanto libertad de expresión si unos comentarios se permiten y otros son eliminados y sus dueños amonestados e incluso expulsados de las redes sociales?. Sigo creyendo que si, lo que pasa es hay unas normas que no podemos saltarnos cuando nos convenga. Mi libertad llega hasta donde están tus derechos. Yo puedo expresarme libremente sobre lo que quiera, pero no puedo atentar contra un derecho de otra persona.Al igual que tampoco puedo incitar a la violencia, el odio o el linchamiento público y mediático de nadie. Esto, que parece tan sencillo de entender, se pierde dentro de muchas conversaciones que poco a poco acaban degenerando y difuminando el límite entre lo correcto y lo incorrecto.
La libertad de expresión es un hecho hoy en día, no es algo a lo que deberíamos aspirar, es que ya se da. Las redes sociales son un campo abierto a que la gente se exprese libremente de lo que quiera, cuando quiera y como quiera; con textos, con fotos, con videos, con audios… Pero eso no significa que no haya consecuencias si lo que publicamos va en contra de las normas o leyes de cada país.
¿Es este un sistema 100% justo e infalible?. NO. Por supuesto que no es infalible, y en muchas ocasiones no es del todo justo. Pero desde luego es uno en el que tenemos herramientas para poder combatir las injusticias y yo me aferro a eso. Al igual que hay grupos contrarios que siempre opinarán distinto a nosotros, también hay personas que nos apoyarán frente a una injusticia, lo mejor que podemos hacer es acercarnos a esas personas sin dejar de mirar a las otras.
Soy de los que piensan que se pude aprender de todo el mundo. Algunas personas nos enseñarán lecciones buenas para nosotros, otras no lo serán tanto y algunas lecciones serán horribles, pero de todas se puede aprender. Sacar lo positivo de lo malo es quizás la mejor lección que podemos llevarnos de la interacción en las redes sociales. Eso, y dejar a los trolls a un lado.
Newsletter lanzada originalmente el 02-06-2022