Centroamérica entre líneas
Centroamérica entre líneas: un blogcast de libros
Ana sonríe
0:00
-17:45

Ana sonríe

de Denise Phé-Funchal

En Centroamérica las mujeres siguen enfrentando importantes barreras al desarrollo de sus actividades económicas, políticas y culturales, debido a construcciones sociales que las ubican en condiciones de desigualdad y subordinación en el ámbito familiar, comunitario y social. Desde hace más de dos décadas, los gobiernos y organizaciones del tercer sector de Guatemala, El Salvador y Honduras han estado trabajando para generar e impulsar marcos legales y políticos que velen por la eliminación de la discriminación y la violencia contra las mujeres, en cumplimiento de los acuerdos y mecanismos internacionales.

Países como Honduras han mostrado voluntad política para promover una agenda hacia las mujeres, pero sin avances sustantivos porque se sigue abordando la violencia contra las mujeres como un problema legal; es decir como un fenómeno criminal y no como un problema sociocultural y que tiene sus raíces en la cultura patriarcal profundamente enraizada en las comunidades. Su abordaje no sólo en Honduras sino en toda la región centroamericana, por tanto, debe ser integral, incluyendo medidas para (de)construir las masculinidades y lo que significa ser hombre, mejorar el acceso a la educación sexual y reproductiva, generar oportunidades equitativas y la participación política de las mujeres.

(Pausa)

Centroamérica, en el que sus pobladores enfrentan a diario retos y crisis relacionadas a la desigualdad, injusticia, inseguridad y violencia, estos generan sus propios anticuerpos a dicho contexto para vivir (o sobrevivir), especialmente aquellas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Unos anticuerpos que podemos denominar Resiliencia.

El investigador Michael Rutter, padre de la Psicología infantil, acuñó el término "resiliencia" para las ciencias sociales en 1972. Este la define como la capacidad de las personas a responder favorablemente ante eventos de riesgo, permitiéndoles construir una vida significativa. Es la capacidad de respuesta inherente al ser humano, a través de la cual se generan respuestas adaptativas frente a situaciones de crisis o de riesgo. Esta capacidad deriva de la existencia de una reserva de recursos internos de ajuste y afrontamiento, ya sean innatos o adquiridos.

De este modo la resiliencia refuerza los factores protectores y reduce la vulnerabilidad frente a las situaciones riesgosas. La resiliencia es más que la aptitud de resistir a la destrucción preservando la integridad en circunstancias difíciles: es también la aptitud de reaccionar positivamente a pesar de las dificultades y la posibilidad de construir basándose en las fuerzas propias del ser humano. No es sólo sobrevivir a pesar de todo, sino que es tener la capacidad de usar la experiencia derivada de las situaciones adversas para proyectar el futuro.

Dicho de otra forma, ser resiliente significa crecer ante la adversidad. Y en nuestro contexto centroamericano, cuando hablamos de resiliencia, indudablemente tiene rostro de mujer; especialmente de mujer centroamericana. Y de todas las escritoras que escriben, investigan, narran y ficcionan sobre la latente realidad de desigualdad, discriminación y violencias contra la mujer, en Centroamérica entre líneas nos inspira la novela Ana sonríe de la escritora, socióloga y pensadora Denise Phé-Funchal

Esta historia da inicio en un viernes lluvioso en el que Ana, una de las protagonistas, decide no ir a trabajar excusándose de estar enferma. Decisión que cambiará no solamente su destino sino también la vida de sus hermanas, Loreta y Lucrecia, que viven siempre pendientes del estado de ánimo de Ana; ella, desde que murió́ su esposo, nunca volvió́ a sonreír.

Las tres hermanas están desencantadas de las vidas que les ha tocado. Una infancia de pobreza y acoso, maltrato psicológico y sexual, hasta el desamor de un hombre. Tanto Loreta como Lucrecia buscan superar y enfrentar los fantasmas del pasado; mientras que Ana cada minuto se hunde más. Entre llanto y una que otra sonrisa Loreta y Lucrecia recuerdan a tía Carlota, una mujer de templo y directa para hablar, la cual a través de sus consejos las saca de la esclavitud del pasado y de los prejuicios que las atormenta. Sin embargo, Ana lucha a cada momento por liberarse, pero está totalmente atrapada en la soledad y la depresión de tal manera que ya nada importa más que estar cerca y encontrarse con su amado Carlos.

Finalmente, bajo la lluvia, un día viernes a las 6:50pm., Loreta decide quemar todos aquellos objetos que le traen malos recuerdos, decide dejar atrás el pasado y comenzar de nuevo. Lucrecia, después de una larga lucha durante todo el día, por fin decide dejar a Pablo, padre de sus hijos quien la maltrata de muchas formas. Y Ana, después de tanto buscar al fin encuentra la manera de encontrase con Carlos no importando el precio que tiene que pagar. Ese día, al igual que sus hermanas, encuentra de una u otra forma, cierta felicidad y consigue sonreír.

En Ana sonríe, Denise Phé-Funchal ha retratado meticulosamente el gran mundo de las mujeres - sin caer en estereotipos o en crear una novela doméstica - que tratan no sólo de sobrevivir, sino también de escapar de las decepciones y traiciones de un pasado y una realidad que las amenaza en cada esquina. Una novela muy realista y cercana, que teje las historias de mujeres que comparten un lazo sanguíneo, un mismo pasado, pero diferentes retos y realidades.

Cada personaje de Ana Sonríe es un espejo del contexto, características, vivencias, miedos, sueños de las mujeres reflejadas de esta sociedad; un espejo cuyo reflejo es el de los estereotipos, limitantes y dificultades sociales que implica ser mujer en Guatemala y por extensión en Centroamérica.

La autora, en escasas 12 horas, entreteje miedos, frustraciones e historias de tres mujeres cuyo mundo orbita desde la desesperación y tristeza a su ansiada liberación del pozo emocional en el que viven. Cada una de ellas lo hace a su forma. Lucrecia al final de cuentas está como en un proceso de volver a ser ella. Marcada por la violencia intrafamiliar, decide reconducir su vida afectiva y social. Loreta experimenta y finalmente decide irse. Y Ana lo hace también, pero de una manera extrema.

Las vivencias de las hermanas y sus decisiones marcan el paso narrativo de esta novela que, a lo largo de los capítulos, se reconstruyen sus historias, la de la familia y de otros personajes que rodearon sus vidas y paralelamente, aprenden a deconstruirse ellas mismas.

Para imprimir el dinamismo necesario en los planteamientos narrativos, Denise patentiza su magistral dominio de la narración abrazado por un diseño conceptual y estructural sumamente innovador. Cada capítulo sigue a una hermana diferente durante este día que puede interpretarse como trágico o de renacimiento. En cada capítulo, la autora cambia de voces y de tiempos, manteniendo una estructura fija a lo largo de todos los capítulos lo que agrega una deliciosa complejidad a la lectura de esta novela. Denise se divierte, nos divierte, jugando con la transición de una conjugación de futuro para hablar del pasado. Planteando cambios constantes de recordar, estando anclados al presente. Todo un ejercicio literario que provocaría emplear un estilo artificioso y abigarrado y pero que Denise construye con sus oraciones, de una manera simple, pero efectiva y afectiva. Las líneas narrativas (el tiempo) se cruzan y mezclan y como lectores, vamos dilucidando poco a poco la pintura completa. Las mujeres orbitan sus pasados. Todo el tiempo se detiene en el presente para revisitar el pasado.

En palabras de la autora, ella ha mencionado que antes su objetivo al escribir era experimentar con las formas de narrar. En su obra publicada, las historias no contenían diálogos porque no cabían en ellas, pero en Ana sonríe , sin seguir el sistema tradicional de diálogos marcados con guiones, estos están por todos lados como parte de los recuerdos, como un recurso para crear el pasado. También juega con el futuro que los personajes no conocen, pero que la voz narradora, anticipa para el lector. Hay además algunos tintes de humor a lo largo de la historia, lo que sí definitivamente, marca un cambio respecto a lo que ha publicado.

Denise describe mejor que nadie el mundo de la mujer y ahonda, solo ella sabe hacerlo como lo hace, en temas tabús en la sociedad guatemalteca y centroamericana como el suicidio, el bullying o acoso, la violencia sexual y la violencia intrafamiliar.

Denise retuerce los prejuicios sociales ofreciendo desde un plano aséptico y existencialista el suicidio como la máxima expresión de libertad frente al precepto socialmente aceptado del que se debe amar la vida, sobre todas las cosas.

Denise hace saltar por los aires las romantizadas relaciones familiares, de que cómo sociedad solo se percibe a la familia, como sinónimo de unidad, solidaridad, respeto, apoyo y amor. La autora nos presenta un tipo de familia disfuncional, lleno de violencia física y psicológica. Los tratos que recibieron las protagonistas en casa y de la familia serán los fantasmas que esperan en la cocina a una de las protagonistas, Loreta. La familia amolda el carácter, también la melancolía, la violencia, la resiliencia. A los cuatro años, Ana conoce el odio, odia a su abuela Libertad. Denise retrata una familia que podría ser una gran parte de las familias en Centroamérica en la que se aprende a llorar, sufrir y a odiar. De igual forma, la narrativa de Ana sonríe transpira también violencia sexual y el acoso escolar.

Y en este punto debemos mencionar que la autora trabajó con una organización de pueblos indígenas por lo que ella escribe con conocimiento de causa. Cuando atendía una clínica de atención a víctimas de violencia vio mucho de lo que provocó la violencia tácita contra las mujeres durante el conflicto armado interno de Guatemala. En el contexto social del proceso de producción literaria, la autora se vio inmersa de la violencia causada por la guerra civil, la violencia física y sexual hacia la mujer y el bullying que sufren los estudiantes de Guatemala, siendo temas notables en la novela Ana sonríe.

De hecho, ella misma ha contado cómo de niña fue víctima del acoso escolar. En un artículo publicado en el blog La Maleta, titulado La infancia... feliz o pinche infancia, ella afirma que pasó buena parte de la infancia metida en los baños para que no la molestaran, pues cuando era pequeña pasó varias veces por el quirófano para corregir una dolencia en una de sus piernas que le hacía cojear. Cuando ya sabía leer más o menos de manera fluida, encontró en la biblioteca, especialmente debajo del escritorio de la bibliotecaria en turno, un lugar para refugiarse. Las bibliotecarias siempre me protegieron, quizá porque era gente que amaba los libros y entendían de alguna manera, que era lo único que la salvaría. Y es que para Denise la literatura y las bibliotecas salvan vidas.

En Ana sonríe, su autora Denise Phé-Funchal, es la magistral coreógrafa del baile en el que la soledad, el maltrato, los sueños y uno que otro fantasma bailan juntos. En un ejercicio literario magistral de la mano de tres hermanas y su opresivo universo, así como desde sus vivencias personales más intensas, Denise nos comparte que la escritura de esta novela significó para ella un proceso de sanación. Denise afirma que conocer las historias de las mujeres de nuestras familias y sus relaciones nos ayuda a identificar sentimientos que a veces hemos heredado y nos hacen infelices,  esas “tristezas que cargamos” y nos limitan. Es así, como encontramos que las historias contadas en esta novela son una denuncia en cuanto nos identificamos con los personajes y nos empezamos a cuestionar si nuestras vidas son así como las de Ana, Lucrecia, Loreta o la tía Carlota; y esa conciencia que surge al preguntar es la que nos permite tomar decisiones, porque al final como mujeres lo que queremos es eso, la libertad para decidir sobre todas las dimensiones de nuestras vidas. 

Estamos seguros de que Denise Phé Funchal ha vuelto a sonreír, a pesar de las tristes historias de violencias que seguramente ella ha conocido, leído y vivido en carne propia.

Con la lectura de Ana sonríe, su autora nos regala la posibilidad de aprender a sonreír también, en la medida en que nosotros también aprendamos a abrazar nuestro pasado y sus fantasmas como medio para la conciencia y por consecuencia la libertad para que así dejen de ser una limitante para una vida plena.


Denise Phé-Funchal escribió Ana sonríe y F&G editores la publicó en 2019.

Denise Phé-Funchal nació en 1977. Es socióloga y escritora guatemalteca. Ha sido la directora de la Editorial Cultura, dependiente del Ministerio de Cultura de Guatemala y actualmente es catedrática de la Universidad del valle de Guatemala.

Sus primeros acercamientos a las letras empezaron con las lecturas nocturnas. Antes de dormir, su mamá le leía relatos de Poe, Boccaccio, Bierce y Saki. Entre sus títulos publicados, podemos mencionar algunos como Las flores, Manual del Mundo Paraíso, Buenas costumbres, La habitación de la memoria, Sala de estar, José Milla y Vidaurre: una biografía en coautoría con Alejandra Osorio y la pieza teatral Dicen.

Algunos de sus cuentos han sido publicados en Sin casaca, Región, Memorias de la casa (narradores), Ni hermosa ni maldita, Un espejo roto. Sus poemas aparecen en las antologías Poesía para todos y Memorias de La Casa. En 2009 participó como guionista para el proyecto Reinas de la Noche, para Vizconde producciones, y en 2010 en la adaptación de uno de sus cuentos Chapstick para la filmación de un corto de ficción para la misma productora que fue seleccionado para el Short Film Corner del Festival de Cannes 2011.

La producción literaria de Denise ha alcanzado lugares como Argentina, El Salvador, Honduras, Alemania, Estados Unidos, Italia, España y Bolivia.


Fuentes consultadas:

  • Phé-Funchal, Denis. Ana sonríe. Guatemala: F&G editores, 2019. ISBN: 9789929700604.

  • Phé-Funchal, Denise (2012). La infancia… feliz o pinche infancia. En La maleta (1 de octubre). Recuperado de: enlace

  • Ortiz, Alejandro (2023). Denise Phé-Funchal: Una socióloga entre la literatura y los pulsos de Guatemala. En Prensa Libre (3 de abril). Recuperado de: enlace.

  • Chávez Espinach, Fernando (2014). Denise Phé-Funchal dirige el lente de la fantasía a lo real. En La Nación (19 de octubre). Recuperado de: enlace.

  • Cabrera Aguiluz, Gloria Elisabeth, [et al.] (2021). Ana sonríe de Denise Funchal: informe final del curso de especialización “narratología y narrativa de posguerra” previo obtener el título de: licenciatura en letras. En Universidad de El Salvador. Recuperado de: enlace.

  • Luna, Stanley (2015). Conociendo a “Ana sonríe”, de Denise Phé-Funchal. En El Slavador.com (30 de junio). Recuperado de: enlace

  • Denise Phé Funchal con Ana Sonríe (2015). En Evas, mujeres leyendo mujeres (15 de febrero). Recuperado de: enlace

  • Schoemer Morales, Yvonne (2015). Resiliencia. En Crimipedia, Centro Criminal para el Estudio y Prevención de la Delincuencia (29 de julio). Recuperado de: enlace

0 Comentarios
Centroamérica entre líneas
Centroamérica entre líneas: un blogcast de libros
Leemos Centroamérica.