Centroamérica entre líneas
Centroamérica entre líneas: un blogcast de libros
Él
0:00
-18:25

Él

de Georgina Vanegas

Escribir sobre la realidad de Centroamérica y sobre las relaciones humanas que se establecen en los diferentes escenarios de la región es como contemplar un cuadro de Remedios Varo: todo parece real, pero nada lo es, o lo es solo dentro de una corriente que no se ve, una que fluye misteriosamente detrás de las imágenes contenidas en la obra. Y es que la obra pictórica de Remedios Varo nos sumerge en un movimiento surrealista que busca explorar la mente subconsciente y desafiar las nociones tradicionales de la realidad.

Cabe mencionar que Remedios Varo es una artista migrada de España a México, huyendo de la realidad hostil de las guerras en la Europa de inicios del siglo XX. Una época en la que se desplegó un amplio  movimiento  estético  conocido  como  las  vanguardias  artísticas y que experimentó  un  desarrollo  importante  tanto en  Europa  como en  América  Latina, extendiéndose hasta  la  segunda Guerra Mundial, siendo el período entre guerras  el  más  álgido. Y fue el surrealismo, del que Remedios Varo, Frida Kalho, María Izquierdo, Lola Álvarez Bravo o Leonora Carrington en el campo de la pintura, o del guatemalteco Luis Cardoza y Aragón en el de la literatura son algunos de sus exponentes más cercanos a nuestro contexto de Centroamérica, la tendencia más traviesa y disruptiva de aquellos momentos.

La realidad centroamericana, desde una visión surrealista, la podemos percibir como violentamente feliz. Una realidad que avanza y retrocede alternativamente, cuyas instituciones democráticas siguen siendo frágiles. Las judicaturas y los organismos electorales todavía se inclinan ante el poder político y económico; y los ejércitos, aun cuando supuestamente se subordinaron al poder civil como producto de los Acuerdos de Paz, siguen siendo una amenaza real para la democracia, como lo muestran actualmente Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Realidades cuyo panorama social tampoco ha cambiado mucho. La mayoría de estas sociedades sigue teniendo elevados niveles de pobreza y exclusión social y son muy desiguales. Las aperturas democráticas estuvieron acompañadas, en unos países más y en otros menos, por políticas de corte neoliberal, que poco hicieron para mejorar la calidad de vida de las mayorías. Los desastres naturales y la expoliación de las arcas del Estado terminaron de complicar la situación, ahondando las brechas sociales.

Pues así es la realidad cotidiana en Centroamérica, a caballo entre el Realismo mágico y el Surrealismo Trágico. Un terreno abonado para la supervivencia afectiva en el día a día, en el que la resiliencia es el único salvavidas en la cotidianeidad de las relaciones de sus habitantes. Si en este contexto ya es difícil vivir en Centroamérica, insanas y enfermas relaciones personales nos llevan al desgaste diario de sobrevivir. En la mayoría de los casos, consumimos demasiada energía en relaciones enfermas que lejos de aportarnos bienestar, crecimiento y felicidad, nos aportan una constante frustración.

En Centroamérica, la mayoría de las víctimas emocionales en estas relaciones son las mujeres. Más que todo porque las brechas de género características en la región, especialmente en las áreas rurales, se ceban en las mujeres centroamericanas: las diferencias abismales en el acceso a tierra, bienes de producción, acceso a servicios financieros y educación, aunado a los roles tradicionales que responsabilizan a las mujeres de las labores domésticas, limitan su acceso al mercado de trabajo y aumentan su vulnerabilidad ante situaciones de inseguridad alimentaria, sobre todo cuando estas son cabezas del hogar.

Por eso, leer Él de la escritora salvadoreña Georgina Vanegas, nos permite imaginar, desde esta surrealista realidad centroamericana, cómo una mujer, en este caso salvadoreña pero aplicable a cualquier mujer centroamericana y por extensión, a cualquier persona, vive la decepción de una relación de pareja cuyo final no es el que nos tiene acostumbrados el cine o las telenovelas.

En esta obra, Georgina plantea una serie de relatos que va dibujando una relación que nos es conocida y, a su vez, nos es nueva; sus palabras nos hacen viajar a un mundo onírico, a uno de recuerdos en el que se funde la fantasía con la realidad, la vigilia con los sueños. La autora plantea un escenario narrativo onírico como si de un horizonte pictórico de Remedios Varo o Leonora Carrington se tratase. Como plantea la escritora mexicana Victoria García Jolly, solo es cuestión de descubrir la metáfora y despegarnos de la literalidad que, a veces es demoledora.

Porque la narrativa de Georgina es oníricamente demoledora. Georgina Vanegas utiliza la fantasía, los mitos y las imágenes oníricas para crear literatura, desde una perspectiva real aprisionada en una relación herida de muerte que en la que van aflorando sentimientos y emociones desde el rincón más íntimo de la escritora. Cada uno de los once relatos que dan forma a ÉL es tratado casi con un detalle escenográfico, permitiendo a la escritora experimentar con la creación de escenarios, colores y situaciones aparentemente cotidianas que no tienen referencia a una existencia realista. Georgina nos plantea unos escenarios narrativos maridados magistralmente con una serie de dibujos: un vitruviado hombre-colibrí, un universo de manos blancas y soles grises, un corazón en flor atrapado por unas manos o una humeante taza de café con rostro de mujer que nos abren a ese onirismo tan característico de las mentes inquietas, y por qué no, privilegiadas.

La obra Él de Georgina Vanegas nace de los sentimientos de mujeres, de una relación larga que se termina. La propia autora afirma que lo comenzó a modo de un proceso catártico y que poco a poco iban surgiendo estos relatos; una especie de florecimiento narrativo conforme las heridas van sanando aun siendo conscientes de que nunca cerrarán. Construido de forma pausada con el paso del tiempo, los relatos compilados van cobrando forma conforme al devenir de la relación, con sus vaivenes y asperezas.  

Colibrí, Él, Circe, Supernova, Viene de lejos, Pictures of home, Visiones, Cincuenta dólares por hora, Él, ella, yo, Todas las edades y un Vuelos sin escala son los títulos de los once relatos que dan forma a la obra de Georgina Vanegas. Un libro de relatos intensos, cargado con representaciones de una cotidiana irracionalidad, que nos adentra en los pensamientos más profundos de nuestro ser asociados con la existencia y el caos. Algunos de los relatos nos plantean la representación de imágenes erróneas, producto de la propia fantasía de la autora, ocasionando así que los objetos y situaciones puedan interpretarse de diversas maneras por el lector y ofreciendo la oportunidad de que la imaginación sea usada como la lógica absoluta.

Esta obra supone para Georgina, tras la ruptura de una relación vital de larga duración, un nuevo arranque. Un reseteo que desde la ficción transicionamos con la autora a unos relatos con vida propia, tejiendo la narrativa al ritmo de su propia banda sonora. Pues esta obra transpira el mundo creativo que rodea a Georgina compuesto por arte, música y cine. Estos son el cemento aglutinador en ese nuevo renacimiento de la autora que paulatinamente toma conciencia de que, de una u otra forma, sigue aferrada a unos sentimientos y emociones ya superados.

Estos relatos han sido macerados en sentimientos y vivencias de la propia autora. Tras el paso del tiempo y las heridas curadas en forma de textos, Georgina decide publicarlos tras un minucioso trabajo editorial con Ojo de cuervo. El resultado es un conglomerado audaz y consistente de relatos cortos escritos desde la decepción y la rabia para florecer entre música y pinceladas oníricas. Once relatos que fluctúan incesamente entre la fantasía y la realidad, en los que somos testigos presenciales de las distintas fases de una historia de amor que no termina con un “felices para siempre” ni con un “comieron perdices”. Porque tal vez las princesas de los cuentos contemporáneos ya no necesitan de un príncipe para decidir ser lo que desean ser en sus vidas.

Los relatos que Georgina nos ofrece son hechos de una historia que se prolonga más allá de la ruptura de vida debido a la transfiguración de sus protagonistas. La autora concibe una obra que, a través de su mirada, es posible adentrarse en los claros oscuros de las relaciones de pareja para descubrir los lazos invisibles que se tejen en las relaciones, durante la convivencia, y que a veces quedan impregnados para siempre sin saber cómo romperlos y sin ser conscientes de qué tanto nos transforman.

Georgina Vanegas es especialista en usar las palabras para crear vidas y emociones; se vale de géneros como el mito, el cuento y la crónica, mediante los que delinea una narrativa poética, llena de metáforas y elementos fantásticos que contribuyen a retratar los virajes y transformaciones que experimentamos durante las relaciones de pareja. En esta travesía narrativa veremos a una Georgina enamorada, dubitativa, maquiavélica, neurótica, furiosa, resiliente y empoderada; transfigurándose en el transitar narrativo conforme leemos los diferentes estos relatos. Georgina transmuta con cada relato y con ella, lo hace el lector.

Georgina se atreve a revelar emociones que normalmente el resto de los seres humanos no es fácil saber gestionar adecuadamente frente a una relación fallida. Lo mismo que Georgina revive sus momentos, recuerdos y sueños de una relación intensa, estos relatos provocan en el lector la ansiedad de encontrarse a sí mismo en la vorágine de emociones, sensaciones y sentimientos que nos trasmite el abismo que abre en una relación de pareja que se rompe. Y lo más interesante de esta obra de relatos es que aguanta cualquier pronombre; si bien es cierto que su título es Él, esta obra no tiene barreras ante la diversidad de géneros y tranquilamente podría titularse Ella o Elle, dependiendo de la persona que lo lea. Porque las decepciones y las heridas de vida aplican para todas las personas que se exponen a amar.

Georgina construye un universo desde las ruinas de una relación. En palabras de la misma Georgina Vanegas, ella comenta que este libro nace de lo que muchas mujeres han vivido: una relación muy larga que se termina y luego se plantean qué hacer con todo esto. Esta obra comenzó como una terapia para sí misma. Conforme las narrativas cobraban forma, descubrió que el resultado eran relatos que fue construyendo con los años, como una especie de desahogo liberador. Esta obra es un ejercicio de recuerdos y objetos que domar, que forman parte de un onirismo orquestado con su propia música; verdades y sueños que juegan y traspasan la realidad cotidiana.

Georgina hace lo mismo que las artistas surrealistas de inicios del siglo XX. A la hora de "la liberación", ellas decidieron tomar los pinceles para hacer con sus cuerpos lo que quisieran. A diferencia de sus pares masculinos, se sumergieron en el inconsciente como un medio de auto-conocimiento, con un sentido más introspectivo que lúdico: el inconsciente fue la herramienta para explorar su propio ser femenino en el mundo y para, en ocasiones, exorcizar demonios. Así llegaron figuras como Leonora Carrington, Remedios Varo, Alice Rahon o la misma Jacqueline Lamba, ex esposa de Breton.

Y así lo hace Georgina Vanegas, con sus palabras honestas. Al final de cuentas, la obra de Vanegas vuelve a lo que podría ser algo esencial en la literatura: hacernos preguntas mientras leemos. Y estos relatos que hoy nos ocupan, no se interesan por ofrecer una sola respuesta o una explicación. Solo plantean felizmente las interrogantes que nos ayudarán a leernos a nosotros mismos cuando nos enfrentemos a una ruptura emocional. Tarde o temprano, todos viviremos si es que no lo hemos vivido ya, ese momento en que la persona amada desaparece con todas sus manos, pies, piernas y brazos extraños. Escucharemos cómo da vuelta la perilla de la puerta y cómo esta se cierra ante nosotros para siempre.

Tal vez en ese momento seremos conscientes de la libertad que producen nuestros actos ante las ausencias emocionales. Y como en el caso de Georgina, tal vez sea la escritura ese grito de libertad.


Georgina Vanegas escribió Él y Editorial Ojo de cuervo la publicó en 2022.

Georgina Vanegas nació en 1983. Ella es una escritora salvadoreña, periodista, speechwriter profesional y especialista en comunicaciones, marketing y publicidad.

En 2020 fundó la agencia de escritura creativa My Speech que actualmente dirige.

En 2007 ganó la primera mención honorífica del Premio Centroamericano de cuento Francisco Gavidia, con su colección de cuentos El Taxidermista. Trabaja como coordinadora de la sección económica del diario El Mundo. Representó a su país como parte del Programa Balboa para Jóvenes Periodistas Iberoamericano, en Madrid, España. Su obra narrativa ha sido publicada en las selecciones «Memorias de La Casa 12 narradores» por Índole Editores, «Historias de dos ciudades» por Sagitario Ediciones, REGIÓN Antología de Cuento Político Latinoamericano por Editorial Interzona, y “Novel of the World” por la Fondazione Arnoldo e Alberto Mondadori.

Y Centroamérica entre líneas desea agradecer a Susana Reyes de la Editorial Ojo de cuervo por abrirnos la literatura de Georgina Vanegas y de otras mujeres escritoras de El Salvador y Centroamérica, hace ya unos meses en la última edición de la Feria Internacional del Libro de Guatemala (FILGUA).


Fuentes consultadas:

  • Vanegas, Georgina. Él. San Salvador: Ojo de cuervo Editorial, 2023. ISBN: 978-99983-960-3-6.

  • Vanegas, Georgina (2023). Él. En: Myspeech (2 de junio). Recuperado de: enlace

  • Vanegas, Georgina (2021). Ella. En: Revista café Irlandés  (1 de julio). Recuperado de: enlace

  • La escritora Georgina Vanegas presentará su nuevo libro «Él» (2022). En: Equilibrium, periódico virtual  (9 de septiembre). Recuperado de: enlace

  • Álvarez R., Josué (2022 «El taxidermista»: preguntas para la vida. En: Equilibrium, periódico virtual  (14 de diciembre). Recuperado de: enlace

  • Casa de la cultura El Salvador (2022). Presentación del Libro Él de Georgina Vanegas. En: Canal de Youtube Casa de La Cultura El Salvador. Recuperado de: enlace

  • Las palabras y la música del libro de Georgina Vanegas (2022). En: Ayer te vi en Babilonia (capítulo 141). Recuperado de: enlace

  • Arango, Diana J. Rubiano-Matulevich , Eliana (2019). La violencia de la pareja en América Latina y el Caribe requiere atención urgente. En Banco mundial Blogs (11 de diciembre). Recuperado de: enlace

  • Jiménez, Jorge (2009).Entre Dadá y las Maras: de la muerte del arte a la muerte del sujeto. En: Rev. Filosofía Univ. Costa Rica, XLVII (122), 111-124, Setiembre-Diciembre 2009. Recuperado de: enlace

0 Comentarios
Centroamérica entre líneas
Centroamérica entre líneas: un blogcast de libros
Leemos Centroamérica.