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Centroamérica entre líneas: un blogcast de libros
Sustancia de hígado
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Sustancia de hígado

de Michelle Recinos

Son días oscuros para la promoción de los derechos humanos, y mucho más para la defensa de la libertad de expresión en Centroamérica. El periodismo centroamericano y por extensión, el activismo social acuerpado por los diferentes medios sociales, actualmente está sorteando una carrera de obstáculos impuestos por una estrategia de violencias gubernamentales que intentan imponer la censura a cualquier opinión diferente a los postulados oficiales.

La sintonía de los poderes del Estado, especialmente en Nicaragua, El Salvador y Guatemala, limitan las opiniones, creando un entorno de hostigamiento que ya trascendió a los profesionales de la comunicación para cebarse en algunos sectores ciudadanos, críticos a sus políticas y a su accionar totalitario. Si bien es cierto que dos de los pilares de la democracia son la libertad de expresión y la libertad de prensa, y que los gobiernos son los llamados a ser los principales defensores de este derecho, así como proteger las libertades civiles fundamentales, los actuales gobiernos de Centroamérica, junto a algunos sectores políticos, grupos de poder económico, que de una u otra forma se vinculan con el narcotráfico, el crimen organizado y las pandillas, se están encargando de crear un clima punitivo, de violencia y desinformación que, no solo ponen en riesgo el ejercicio periodístico sino también cualquier acción de una ciudadanía responsable y crítica.

Nuestro panorama actual cada vez se asemeja a la realidad de estados distópicos, al estilo del gran hermano de la novela 1984 de George Orwell. Indicios de ello son episodios fatales como el cierre de elPeriódico de Guatemala después de casi tres décadas investigando la corrupción gubernamental. O El Faro, diario digital de El Salvador, y medio de referencia en todo Latinoamérica, que tuvo que trasladar sus operaciones administrativas a Costa Rica para sortear el acoso del actual gobierno.

Y aunque pensábamos que nada podía superar la persecución emprendida por el aparato sandinista del gobierno de Nicaragua contra los reporteros, promotores de derechos humanos, y activistas sociales, forzando a la práctica totalidad al exilio, o el régimen de excepción y las numerosas reformas legislativas en El Salvador contra  la violencia que han conllevado la suspesión de las garantías constitucionales y además han eliminado controles legales sobre procesos administrativos para el uso de fondos públicos y contrataciones del Estado, Guatemala acaba de entrar en una espiral de asfixia del Estado de derecho y libertad de expresión sin precedentes.

De un lado, más de 170 periodistas que han tenido que salir al exilio. De hecho, algunos han sido sometidos a procesos judiciales arbitrarios, otros más han sido criminalizados y en los casos más extremos algunos se encuentran en prisión por ejercer el oficio periodístico de denuncia de la corrupción. Y de otro, el Ministerio Público, uno de los operadores de justicia de Guatemala, con cerca de 20 fiscales, jueces y magistrados exiliados tras denunciar represalias por su trabajo en casos de corrupción, en la actualidad se haya cuestionado como artífice del socavamiento de la Democracia en Guatemala; con diferentes argucias jurídicas pretende bloquear el poder ejecutivo, pretendiendo impedir el ascenso a la presidencia del partido político ganador, en la segunda vuelta de las elecciones.

Definitivamente los actuales gobiernos de la región centroamericana no están a la altura de una hastiada y cada vez más exigente ciudadanía que reclama más acciones efectivas de sus gobiernos contra la corrupción y menos medidas represoras que promueven la desinformación y minan la libertad de expresión y de prensa. El descrédito hacia los medios de comunicación y los periodistas desde los canales del oficialismo ha llevado también a tener una ciudadanía que solo recibe una versión sobre la realidad adornada, edulcorada y deformada acorde a los intereses particulares de la red clientelar de los gobernantes de turno; sin embargo, las causas reales de inseguridad y violencia siguen sin ser atendidas, pues las condiciones de pobreza y exclusión en la que vive la mayoría de la población no han cambiado. Y el uso del aparato del Estado para utilizar la ley como un arma en contra de la libertad de expresión también es un elemento común en todos los países de la región. El andamiaje legal es usado para acallar voces críticas, funge como un cerco informativo y genera un efecto inhibidor en la labor periodística.

Y en un contexto social y político en el que el sector privado y las poderosas redes empresariales tienen tanta capacidad de incidencia e injerencia en las políticas públicas, la censura empresarial es otro frente abierto contra la libertad de prensa y de pensamiento. Es imposible una democracia profunda, de ciudadanos con iguales derechos y obligaciones, si buena parte de los hilos de la política y los medios los mueven los intereses empresariales sin entender que para esta sociedad es sano que también ellos –como todos quienes tienen gran influencia en el ámbito público- deben ser fiscalizados, criticados y analizados; una llamada al dueño del medio de comunicación o la simple amenaza de retirada pautas publicitarias pueden llegar a ser elementos convincentes para acallar las voces de este periodismo incómodo.

La alternativa a los medios convencionales se expresa también en modalidades de periodismo que, a menudo, no encajan con los estándares comerciales, ya sea por los requisitos de producción o por las implicaciones que se derivan de ellos. En este sentido, el relato en profundidad, la denuncia de irregularidades, la ruptura con el objetivismo o la ampliación de voces a un periodismo demasiado encorsetado y limitado, representan propuestas de calidad alejadas de los medios comerciales.

Sin embargo, informar de realidades complejas, como la centroamericana, que tienen en la violencia o en la vulneración de los derechos humanos su punto de inflexión, requiere opciones más cercanas al periodismo interpretativo, narrativo, lirerario o de investigación que al relato informativo fragmentado y a las noticias basadas en la inmediatez y la brevedad. La presencia del sujeto toma fuerza en el periodismo narrativo, donde el periodista aboga por relatar con voz propia sus historias, a través de recursos propios de la literatura, como la construcción escena-por-escena, el registro del diálogo, el punto de vista en tercera persona o detalles simbólicos reveladores del “status”. El actual periodismo centroamericano bebe de esta influencia literaria para, no solo poder dar respuesta a la increíblemente complejidad de su realidad sino también transmitir las voces, las lógicas, las sensibilidades y los puntos de vista de los otros, desde una perspectiva plural.

La novela centroamericana contemporánea se desarrolla en un contexto caracterizado por la concurrencia de factores de diversa naturaleza: sociales, políticos, económicos, históricos, ideológicos, étnicos y culturales, cuya interacción o confrontación revela una sociedad plural y conflictiva en la que aparecen representados los grupos que la conforman. Y ejemplo de ello es la obra Sustancia de hígado, de la escritora salvadoreña Michelle Recinos. Una narrativa que ha sufrido el embate de la censura por describir ficcionadamente una de las medidas estrella del programa de seguridad del actual gobierno de El Salvador. Un relato incómodo ante la imagen de ese “paraíso en la tierra” que dicho gobierno desea construir sobre la actual realidad de inequidad social y exclusión de este país.

Michelle Recinos dibuja la realidad contemporánea de El Salvador entre las líneas de los diferentes relatos que forman parte de Sustancia de Hígado, aunque cabe mencionar que este dibujo podría pincelar la realidad de cualquier país del área centroamericana. La autora documenta desfiles de miserias, voces disfrazadas de indiferencias, de deseos de evasión que se elevan por los aires. Un carnaval terrorífico al que los contextos violentos nos hacen acostumbrarnos, a sentirnos parte de esa violencia justificada por las carencias que la caracterizan.

La novela centroamericana contemporánea ha servido como espacio de reflexión sobre los procesos de identidad regional. Muchas obras ficcionan la historia desde diferentes perspectivas y, además, en épocas distintas; unas se refieren a la conquista, otras a periodos determinados como el siglo diecinueve y a contextos más recientes. Los materiales históricos son analizados desde la óptica de la realidad actual y sometidos a tratamientos literarios particulares, de acuerdo con los objetivos de cada autor. Es tal la presencia y elaboración artística de los hechos históricos que puede considerarse el discurso histórico como uno de los principales ejes estructuradores de la novela contemporánea.

Y en los relatos tejidos por Michelle en Sustancia de hígado, estos abundan en descripciones de El Salvador, de su historia contemporánea y de la narrativa oficial del actual gobierno, como el puesto central que el ejército ocupa en la vida nacional o el desdén por el encarcelamiento e incluso muertes de personas inocentes en la cruzada de seguridad pública. De acuerdo con datos oficiales, el gobierno salvadoreño ha capturado a unas 70,000 personas durante el régimen de excepción, la mayoría de los cuales siguen presos sin haber tenido garantías de debido proceso o incluso sin haber visto a un juez.

Recinos ha sido reportera y ella nos narra El Salvador con las herramientas que le da el periodismo, pero ella misma reconoce que la literatura le ofrece una libertad que el rigor del oficio periodístico le niega. Cuando se cuentan las historias desde la óptica periodística hay muchas texturas y percepciones que no caben debido al espacio o por las líneas editoriales que no permiten ciertos contenidos por el rigor que exige la profesión.

Sustancia de hígado hilvana nueve relatos cortos: Casting, Barberos en huelga, La reina de la noche, Daysi Miller, Hombre en la pantalla, Encargo, Por motivos de control de calidad, Smith y Andrés 3000. Retratos de lo cotidiano que, en palabras de la escritora guatemalteca Denise Phé-Funchal, se asoman mujeres en busca de bebés hermosos, de pequeños ángeles fotografiables que completen la imagen de bondad que circulará en los medios. En esos mismos filos se reflejan los rostros de los desaparecidos que muchos extrañan, pero por los que es mejor no preguntar. La miseria humana –profunda– sonríe con todos sus dientes y se burla de los personajes que Michelle Recinos trae frente a nuestros ojos, se ríe de ellos, de sus esperanzas, de sus deseos de ser amados, de tener una vida tranquila; y al carcajearse de su inocencia la burla nos alcanza, nos envuelve y nos hace reconocernos como personajes ilusos, amorcreyentes, buenavoluntadesdeseantes, dispuestos a todo –o casi– por un poco de felicidad de esa que se anuncia, que nos hará sentir únicos, especiales, buenos.

Uno de los relatos incluidos en Sustancia de hígado es Barberos en huelga en el que Recinos, en efecto, escenifica, a través de una especie de calendario de horrores y de la voz de un joven que vive en un barrio sitiado por militares, una potente denuncia del régimen de excepción que decretó el actual gobierno de El Salvador a inicios de 2022 y que ha prorrogado 15 veces. La historia se desarrolla en una ciudad o país ficticio llamado San Carlos, en el que Recinos ubica referencias al actual El Salvador, desde los autobuses llenos de soldados y jóvenes que están desapareciendo de sus barrios para alimentar al monstruo que habita en las cárceles, a un famoso jugador de fútbol playa que también es capturado y un hermano del presidente que es un líder deportivo. En San Carlos, los jóvenes son capturados en función de su apariencia: si, como el futbolista capturado, el sospechoso luce una cresta, eso es motivo suficiente para ir a la cárcel.

En Barberos en huelga, con los insumos que tomó de pláticas con víctimas de las políticas de seguridad, Recinos construye una ficción cuyas raíces se hunden en El Salvador actual. En palabras de la escritora, ella comenta que ha tenido la horrible oportunidad de conversar con familiares de varias personas a las que han capturado injustamente durante los últimos años y que no han regresado… La historia Barberos en huelga no sigue a una víctima, sino a cualquier salvadoreño. Podría ser usted o cualquier persona que va viendo cómo el militarismo, el autoritarismo del actual régimen se va apropiando de todo un territorio.

La distópica actualidad que estamos viviendo en Centroamérica es un recordatorio más de lo nocivos que pueden ser los discursos populistas y que en su afán por querer perseguir los ideales de la justicia social, la soberanía y la igualdad, terminan por minar las libertades políticas y la iniciativa individual. Michelle Recinos cuenta con un acentuado olfato periodístico, una fluidez narradora arrevatadora y una sensibilidad clarividente para abordar temas como el autoritarismo emergente en la región centroamericana, sobre la amenaza de los regímenes opresivos actuales y la normalización de la violencia; narrada desde una voz notable, con sentido del humor y un sobresaliente uso del lenguaje.

En el relato Deisy Miller, la autora parte de la imagen de la «modelo» femenina que acompaña a los periódicos amarillistas de la región, para plantear, frente a quien lee, varios panoramas. Estos surgen de su reproducción en serie en un medio en donde las imágenes son las que cuentan las historias más terribles, las que alimentan el morbo, el consumo de violencia y la fantasía. Elementos que parecieran estar amalgamados en un solo y terrible sentimiento cotidiano nacional que desemboca en la insensibilidad y en la indiferencia. Es un relato que trata el tema de la cosificación y la violencia en contra de la mujer y la trata, cuyo trasfondo es el caso real de la fosa de Chalchuapa. Chalchuapa es un municipio de Santa Ana, al oriente de El Salvador, en donde en el patio trasero de un ex policía, encontraron fosas clandestinas con más de 30 víctimas, siendo un caso cubierto por la autora cuando era reportera.

Lamentablemente Centroamérica continúa siendo un gran camposanto de desaparecidos de guerras intestinas que siguen supurando dolor e injusticias.

Para Michelle Recinos, leer a otras mujeres es algo más allá que una declaración política. Leer mujeres le abrió puertas internas. Ellas y sus libros le dieron la valentía que no encontró en autores hombres. Con ellas, Michelle Recinos encontró la fuerza de incorporar la calidez narrativa al aséptico periodismo.

«Muchas veces me metieron en la cabeza que escribir sobre los sentimientos no importaba, que la coyuntura era lo importante», dice Michelle.

Entonces empezó a narrar la coyuntura desde los sentimientos humanos, empezó a devolverles el valor que literariamente les han demeritado. Y fiel a los pilares de identidad que había encontrado en sus lecturas de Stephen King y del Grunge, ese género musical de los años 90; un género lleno de rabia, pero también de humor, de preocupación social y una sensibilidad que contrasta con el machismo y el sexismo del rock que lo antecede, retomó la escritura y las puertas se empezaron a abrir.

Michelle Recinos es una escritora que ya ha vivido las consecuencias de hacer un periodismo incómodo o una narrativa social cuyas líneas molestan al poder establecido. El Gobierno de El Salvador movió, a inicios de julio, su maquinaria diplomática para prohibir la presentación de la obra Sustancia de hígado, en la Feria Internacional del Libro de Guatemala, uno de los certámenes literarios más grandes de Centroamérica. El actual régimen populista exigió a la organización que se suspendiera del programa la presentación de dicha obra pues en uno de sus relatos, “Barberos en huelga”, plantea las arbitrariedades cometidas por las autoridades durante más de un año de un estado de excepción impuesto por el mandatario salvadoreño para hacer frente a la violencia de las pandillas que desangraba al país.

Este relato fue el ganador del Premio Centroamericano de Cuentos Mario Monteforte en 2022. Y aún nos queda la duda de si las autoridades salvadoreñas lograron discernir que, lo que Michelle plantea en este relato, es una ficción narrativa inspirada en el contexto que ella vivió. Sin embargo no es de extrañar esta actitud hitleresca pues la perfecta sintonía de los poderes del Estado en El Salvador ha creado un entorno de hostigamiento que no permea la cruda realidad de una gran parte de la sociedad salvadoreña; por eso, estas narrativas, como la de Michelle Recinos, generan un ruido molesto en el mensaje instalado por el actual gobierno salvadoreño, por lo que no escatiman en cualquier esfuerzo para apagarlo o callarlo, convirtiendo estas narrativas en la nueva literatura proscrita; lo que las hace doblemente atractivas.

Para Michelle Recinos, no se puede mezclar ficción y periodismo en un sentido más riguroso del trabajo, pero si se puede tomar alguna licencia de escritura a la hora de escribir periodismo y a la hora de escribir ficción. Sus narrativas están acuerpadas por el rigor periodístico que a ella le caracteriza; especialmente en los relatos de Deisy Miller y Barberos en huelga. En las convulsionadas realidades de El Salvador, y por extensión, de Centroamérica, es difícil que estas no se reflejen en las nuevas narrativas que surgen, especialmente las más cercanas al periodismo interpretativo o periodismo literario, viéndose convertidas, sin quererlo, en lecturas malditas.

Definitivamente son días eclipsados para aquellas voces impetuosas que, con rigor, nos intentan narrar la crudeza de nuestra realidad frente a los esfuerzos de los que nos quieren convencer de que no hay más alternativa que el militarismo y la pérdida de derechos como la solución para solventar los enquistados problemas estructurales y de violencia social.

Y es que en Centroamérica quizás no es necesario inventar; hay tantas cosas de las que hablar que quizás no hace falta inventar, sino que hace falta empezar a narrar.

Y en Centroamérica tenemos la suerte de contar con valientes e impetuosas narradoras, como lo es Michelle Recinos.


Michelle Recinos escribió Sustancia de hígado en 2023, Denis Phé-Funchal la prologó y F&G editores la publicó.

Michelle Recinos es periodista salvadoreña graduada de Comunicación Social por la UCA, Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”. Ha escrito para la sección de investigaciones Séptimo Sentido de La Prensa Gráfica. Ha trabajado temas de género y derechos reproductivos, medio ambiente, desigualdad, justicia y políticas culturales. En 2021, presentó el reportaje “Acusados por Estévez: la investigación que las autoridades no hicieron en Chalchuapa” en la Conferencia Latinoamericana de Periodismo de Investigación (COLPIN). Es parte, desde 2021, de la 6a Generación de la Red Latinoamericana de Periodistas Jóvenes de Distintas Latitudes.

Para Michelle, la literatura puede cumplir funciones de denuncia y de registro de todo lo que está sucediendo en la cultura. Los temas recurrentes en su obra tienen que ver con las complejidades de las emociones humanas, y la ficción le ha permitido utilizar otras licencias que el periodismo, por el rigor que implica, no lo permitiría. Ella se dio cuenta de que el espectro literario salvadoreño estaba colmado de referentes y autores muy machistas que hablan desde sus masculinidades establecidas, y en donde por su poder no hay mucho espacio para hablar sobre otro tipo de sentimiento y pensares. Esa fue una de las principales motivaciones para escribir, porque cree que es importante seguir alumbrando sobre otras formas de ver el mundo que quizás no tienen espacio en una agenda tan machista. Michelle Recinos ha sido ganadora de los premios literarios Carátula en 2021 y Monteforte Toledo en 2022.

F&G Editores, fundada en 1993 por Raúl Figueroa Sarti, es una editorial literaria y de ciencias sociales. Es una de las editoriales independientes más importantes de Guatemala y Centroamérica. Esta editorial está comprometida con la construcción de una sociedad democrática, en la que haya un pleno respeto a los derechos humanos. F&G Editores publica literatura guatemalteca y centroamericana en distintos géneros y es de las pocas editoriales valientes que edita libros relacionados con la recuperación de la memoria histórica de Guatemala, con heridas aún abiertas de una guerra civil que duró 36 años.  En 2022, F&G Editores, consecuente con su visión integradora de los derechos humanos, ofrece nuevas oportunidades de medios de expresión dedicado a las escritoras guatemaltecas. Esta editorial ha organizado la primera edición de la Bienal Guatemalteca de Novela “Terrena”. La Bienal Terrena abre un espacio a la narrativa que nace de la experiencia femenina de existir y permite mostrar esta experiencia como real, tangible, y parte del torrente de narrativas que construyen nuestra coexistencia como sociedad.


Fuentes consultadas:

  • Recinos, Michelle. Sustancia de hígado. Guatemala: F&G Editores, junio de 2023. ISBN: 978-99939-38-12-5.

  • Silva Ávalos, Héctor (2023). Nayib Bukele ordenó censurar un libro en la principal feria de Centroamérica: de qué se trata “Barberos en huelga”. En Infobae (8 de julio). Recuperado de: enlace.

  • ¿De qué trata “Barberos en huelga”? (2023). En News Euro. Es, Libros (18 de agosto). Recuperado de: enlace.

  • Lindo, Róger (2023). Literatura proscrita del régimen de excepción. En Cofidencial (12 de julio). Recuperado de: enlace.

  • Ortiz, Alejandro (2022). Michelle Recinos: Una nueva voz literaria en Centroamérica. En Prensa libre (25 de noviembre). Recuperado de: enlace.

  • Michelle Recinos: la literatura como registro (2022). En Revista {Des}cartable (5 de noviembre). Recuperado de: enlace.

  • Serrano Echeverría, Julio (2022). También somos gente, una conversación de literatura y periodismo. En Ocote (6 de noviembre). Recuperado de: enlace.

  • Paulo-Sampio, Dolors (2020). ‘Sala Negra’, periodismo narrativo e investigación para desentrañar la violencia en Centroamérica. En Andamios, 16(40), 327-349. Recuperado de: enlace.

  • Utopías y distopías de Centroamérica Cuenta que pasa de Nicaragua a exiliarse en Costa Rica (2019). En WMagazin (17 de mayo). Recuperado de: enlace.

  • Carballo, Willian, Chavarría Molina, Ricardo Alexander [et al.] (2014). Entre la censura y la discriminación: Centroamérica amenazada. San Salvador: Fundación comunicándonos, Voces, Asociación Mundial de Radios comunitarias. Recuperado de: enlace.

  • El periodismo y la censura empresarial(2012).En Plaza Pública (8 de marzo). Recuperado de:enlace.

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